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Alejandro Maria Aguado, marques de las Marismas del Guadalquivir, fue un importante financiero, miembro de una acaudalada familia judia de Sevilla. Durante la guerra de la Independencia, milito en el bando de los invasores franceses, llegando a ser ayuda de camara del mariscal Soult. Perseguido despues de la victoria española y rehabilitado mas tarde en la vida nacional, llega a ser agente financiero del rey Fernando VII, que le concede el titulo de nobleza por los altos servicios prestados al Estado desde una organizacion bancaria que el financiero haabia establecido en Paris. Igualmente se le otorgan importantes concesiones mineras en Asturias, en donde Aguado interviene decisivamente en la construccion de la ansiada carretera carbonera - el viejo proyecto de Jovellanos -. que se inaugura en Gijon en 1842. Justo el año en que el marques muere, en la misma ciudad cantabrica.

Alejandro Maria Aguado

Pues bien; Aguado funda en 1836 la Sociedad Aguado , Muriel y Cia., encargada de la explotacion de varias bocaminas de la zona de Langreo y Siero como El Puente, Llascaras, Respinedo, Pumarabule, Saus y Candin.

Mas rocambolesca e inverosimil resulta aun la vida de Agustin Fernando Muñoz, duque de Riansares. Mancebo de barbero y guardia de corps en la escolta de Maria Cristina de Borbon - esposa del rey Fernando VII -, el joven Muñoz consigue seducir y enamorar a la reina, despues de un primer encuentro digno de formar parte del argumento de un folletin romantico de la epoca. El soldado casa morganaticamente, y en secreto, con la reina en 1833, tan solo tres meses despues de haber fallecido el monarca. Se le nombra chamberlan de la reina regente, cargo que ocupa hasta 1840 en que, tras el amotinamiento en 1836 de los sargentos progresistas en La Granja, se ve obligado a acompañar a Maria Cristina al destierro en Paris, en donde fundan una sociedad secreta para derrocar al entonces regente, el general Espartero, y volver al trono.

Despechado por las actuaciones de los conjurados de Paris, Espartero da cuenta a las Cortes, en 1840, del matrimonio secreto de la reina con Muñoz, lo que causa un gran escandalo en todo el pais. Tras la caida del general en 1843, regresan ambos de Francia y se le otorga el titulo nobiliario al esposo de la reina.

Es a partir de 1845, el año en que es autorizado el matrimonio por las Cortes, cuando la reina y el duque emprenden una serie de negocios poco claros que les granjean el descredito y hasta la franca repulsa del pueblo. Al producirse la revolucion de 1854 emigran ambos esposos a Francia para acabar alli sus dias.

A partir de 1845 sera cuando Riansares adquiere la plena propiedad de los ricos cotos mineros de Siero, antiguas concesiones de Aguado, y que hasta entonces eran patrimonio de la Corona.

Es dificil averiguar con exactitud las caracteristicas de la gestion de estas minas, por parte de estos dos magnates. En el caso de Riansares es posible que ni siquiera las hubiera pisado nunca, a no ser con motivo de alguna visita oficial como en el caso de la inauguracion del Ferrocarril de Langreo. El caracter especulativo de sus negocios, la incapacidad para gestionar asuntos financieros y, sobre todo, su bien probado talante de persona arribista y aventajada en navegar entre los favores reales y las sinuosidades de la turbulenta politica de los tiempos, no nos da nada bueno que pensar acerca de las condiciones en que transcurrio la explotacion de las minas que por entonces eran de su propiedad.

Sin embargo en lo que atañe al marques de las Marismas, esta probado que fue un habil y experto financiero y que vivio en Asturias, por lo que es probable que tuviera que intervenir directamente en la marcha de las explotaciones. Recalquemos que , a diferencia de Riansares, Aguado gestionaba estas minas en regimen de concesion administrativa y que en la epoca se entendia por esta figura a una autorizacion que se concedia a una compañia o un particular de una obra, a la que queda obligado, pudiendo disfrutar de su uso o beneficio. Por este sistema - uno de los adoptados para la ejecucion de las obras publicas -, la Administracion contrataba la construccion de canales, ferrocarriles, etc., cediendo, en cambio, los productos y rendimientos de los mismos temporalmente o durante tiempo ilimitado. Cuando la concesion es por tiempo definido ( como ocurria en las concesiones en favor de Aguado ), al transcurrir este pasa la obra a ser propiedad del Estado o de la entidad administrativa que la otorga. En el caso de las concesiones mineras, muy frecuentes en la epoca, estas se establecen bajo condicion del pago de un canon anual.

Es probable que la gestion que presidio Aguado se realizara bajo estas o muy parecidas condiciones y asi se explica en la costruccion de la carretera carbonera en 1841, en cuya obra intervino muy activamente el financiero sevillano. En el caso de Riansares, al tener este legalmente la propiedad de las minas - hasta entonces patrimonio de la Corona, segun la Ley de Minas de 1825 -, mediante unos titulos sin duda otorgados gracias a la privilegiada posicion personal de que disfrutaba, no se sentia obligado a guardar ningun tipo de formalidad adicional en la explotacion de las minas. Unicamente las mantuvo como propietario unos pocos años, hasta que se hace efectiva la formacion de las grandes empresas siderometalurgicas, que inauguran un proceso de aadquicision de las grandes explotaciones de las dos cuencas.

De este modo pasaremos asi, al doblar la segunda mitad del siglo XIX, a la tercera etapa en la historia de la explotacion de estas minas de carbon. Hemos dejado atras la fase en la que el laboreo se hacia por los aldeanos de una manera rudimentaria con la unica funcion de satisfacer su consumo domestico, y otra etapa caracterizada por la instalacion de pequeñas y medianas empresas en la zona, con el objetivo de utilizar el carbon como un producto comercial. A partir de entonces se entra en el ultimo y definitivo escalon: la epoca en que se realizan grandes extracciones por parte de nuevas compañias industriales que precisan el carbon para alimentar sus fundiciones metalurgicas. Sera, pues, este mineral una materia prima y un elemento de combustion fundamental para la transformacion industrial.

El 11 de mayo de 1861, ante dos escribanos de Paris, se constituye la Sociedad Hullera y Metalurgica de Asturias, bajo la razon social Carlos de Bertier y Compañia.

La Sociedad pretendia reunir "en una sola explotacion los principales terrenos hulleros de la provincia de Asturias, sus establecimientos metalurgicos mas importantes y el camino de hierro que les da la vida". Segun Santullano, para dar cumplimiento a estos proyectos la Sociedad comienza a adquirir, aparte de otras muchas propiedades en la cuenca del Caudal, mas de la mitad de las acciones del nuevo ferrocarril de Langreo; exactamente 10.467 acciones de 526 francos. Igualmente se consigue comprar al duque de Riansares, por entonces exiliado en la misma ciudad de Paris, las hulleras de Siero y Langreo, "conocidas como las mas ricas y mejor situadas del pais".

En realidad, tal y como pensaban los ilustrados del siglo XVIII, "el monte de Carbayin" -y especialmente las dos vertientes que confluyen en el rio Candin- albergaba un rico yacimiento de hulla, formado en el carbonifero superior, cuyo limite noroccidental se situaria en torno a las localidades acutales de Areñes y El COto. Asi lo atestiguan los primeros informes geologicos y estratigraficos realizados por Schulz (1858), Barrois (1882) y Adaro (1914).

Segun los informes realizados al respecto por los ingenieros contratados por la Sociedad Hullera, tanto la cuenca minera de Siero como la de Langreo estaban especialmente favorecidas para la extraccion del mineral, entre otras cosas, "por la facilidad especial en la explotacion, porque hallandose sus yacimientos sobre el nivel de los valles, y debiendo ser explotados por medio de galerias al aire libre, no exigen ni pozos de extraccion, ni maquinas de desagüe". La inauguracion reciente del ferrocarril que comunicaba el curso alto del Nalon tambien era considerado como un hecho muy favorable para esta explotacion y comercilizacion de la hulla.

Un proceso semejante siguio otra empresa de estas caracteristicas, aunque de capital enteramente español: la Sociedad Metalurgica Duro yCia., que en 1857 comienza la construccion de una fabrica en la margen izquierda del rio Candin, "en la risueña y fertil campiña de La Felguera, a orilla del ferrocarril carbonero".

A diferencia de la sociedad constituida en Francia, la Sociedad de los hermanos Duro no contaba con cotos hulleros de su propiedad, aunque seproponia alimentar sus hornos con los ricos criaderos de carbon de piedra que existian en Siero y Langreo.

Tenemos pues a las explotaciones del curso alto del Candin, oficialmente llamadas Bocasur en las Estadisticas Mineras, extrayendo a pleno rendimiento el mineral de hulla. Segun el folleto sobre la industria carbonera publicado por Restituto Alvarez-Buylla en 1861 -poco antes de que cambiaran de dueño las minas de Siero y Langreo- las propiedades que el duque de Riansares mantenia en estas zonas llevaban al ferrocarril de Langreo 40.000 quintales mensuales.

En ese mismo año la sociedad llamada Saus o Nuevas Carboneras de Pelayo, cuyo primer accionista era Hysern, producia mensualmente 8.000 quintales. Las extracciones en esta mina se vieron favorecidas por la construccion de railes para el transporte del mineral hasta el cargadero de Bocasur. Asi , en 1867 la Estadistica Minera reconoce que "vias de comunicacion perfeccionadas solo se cuentan las de las carboneras de Pelayo a la linea del ferrocarril de Langreo", que conjuntamente con las de la mina de Arnao, eran las mejores rutas de transporte de carbon en Asturias.

A la caida de la dinastia borbonica en España en 1868, se promulga una nueva ley de minas que concedia la explotacion de los recursos minerales a perpetuidad tanto a Compañias nacionales como extranjeras, a cambio de un canon que se debia pagar al Estado, y de acuredo con una cierta orientacion liberalizadora de mercados del nuevo Gobierno, sobre todo en materia de aranceles. Esta nueva ley constituyo el punto de partida para la instalacion en Asturias de varias Sociedades extranjeras. Asi, en ese mismo año, fue otorgada la concesion administrativa del coto minero de Mosquitera a una Compañia formada por miembros de la familia imperial rusa. Este yacimiento tenia una extension de 820 Ha, de las que 139 correspondian al Municipio de Siero. años despues paso a depender de Union Hullera y Metalurgica de Asturias, y posteriormente se hizo cargo de la explotacion la Sociedad Metalurgica Duro-Felguera.

 

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